¿Criminalizar a un médico por respetar a sus pacientes? El caso del Dr. Kirk Moore sacude a EE.UU.
- Dra. Lupita Haro
- hace 2 días
- 5 Min. de lectura

Imagínate esto: Eres un médico de confianza en tu comunidad. Has dedicado tu vida a sanar, escuchar, y respetar la voluntad de tus pacientes. Pero un día, esa misma vocación te pone al borde de perderlo todo. No por dañar a alguien, no por negligencia... sino por permitir que los padres decidieran si sus hijos recibirían una sustancia experimental o no.
Eso fue exactamente lo que vivió el Dr. Michael Kirk Moore, cirujano plástico en Utah, EE.UU., quien enfrentó hasta 35 años de prisión federal acusado de falsificar tarjetas de vacunación contra COVID-19 y administrar inyecciones de solución salina a niños, todo bajo consentimiento informado de sus padres.
El terror de no tener elección
Durante la pandemia, millones de personas alrededor del mundo sintieron el miedo profundo de ser obligadas a introducir sustancias en su cuerpo sin saber realmente qué contenían. Vacunas aceleradas, sin los procesos tradicionales de validación científica, con compuestos como óxido de grafeno, metales pesados, ARNm y nanopartículas lipídicas.
Muchos ni siquiera sabían que:
La "vacuna" no prevenía la infección.
No impedía la transmisión a otras personas.
Nunca fue sometida a los protocolos tradicionales de seguridad, como:
Pruebas preclínicas exhaustivas
Ensayos de fase I, II y III a largo plazo
Seguimiento post-mercado de varios años
Y sobre todo: ¡no hubo consentimiento informado real!

Análisis clínico: más allá de los efectos inmediatos
Los efectos adversos documentados tras la vacunación contra COVID-19 no se limitan a reacciones agudas como la anafilaxia o la miocarditis. Estudios posteriores a la autorización de uso de emergencia han señalado pautas preocupantes a mediano y largo plazo, especialmente en poblaciones previamente sanas. Uno de los hallazgos más discutidos ha sido el incremento en casos de cánceres de progresión acelerada, detectados en personas con neoplasias controladas o en remisión, lo que ha llevado a oncólogos integrativos a cuestionar la posible disrupción inmunológica inducida por estas plataformas.
También se han documentado síntomas neurológicos de aparición súbita, como neuropatías periféricas, disautonomía, niebla mental, temblores y trastornos motores, muchos de los cuales persisten por semanas o meses. En conjunto, estos se vinculan a una nueva categoría de manifestaciones conocidas como síndromes postvacunales persistentes, que en ocasiones se superponen con cuadros reconocidos como Long COVID inducido por la vacuna.
La fatiga crónica debilitante, por su parte, ha sido una de las secuelas más reportadas en sistemas internacionales de farmacovigilancia, tanto en personas previamente sanas como en aquellas con antecedentes leves de COVID-19. Su impacto en la calidad de vida es profundo y complejo de abordar.
Cabe destacar que, según las directrices oficiales de VAERS (Vaccine Adverse Event Reporting System), los proveedores de salud en EE.UU. están obligados a reportar todo evento adverso grave relacionado con vacunas COVID-19 administradas bajo autorización de uso de emergencia (EUA), incluyendo:
Muerte
Eventos que amenacen la vida
Hospitalización o prolongación de la misma
Incapacidad persistente
Malformaciones congénitas
Casos de miocarditis, pericarditis, síndrome inflamatorio multisistémico (MIS) y cualquier evento clínicamente relevante, incluso si no se puede establecer una causalidad directa.
Esta obligación subraya la gravedad potencial de los efectos adversos y la necesidad de ejercer la medicina con total transparencia e información ética para el paciente.
Fuentes:
¿Quién es realmente el Dr. Moore?
Antes de que su nombre resonara en titulares por enfrentarse al sistema, el Dr. Michael Kirk Moore ya era un médico reconocido y respetado en su comunidad. Su formación comenzó en Hahnemann University, una institución históricamente vinculada a la medicina humanista y homeopática. Luego obtuvo su título de médico en la University of Miami, donde se graduó con honores Alpha Omega Alpha, un distintivo reservado para quienes demuestran excelencia académica, liderazgo y ética clínica.

Su residencia en cirugía plástica la realizó en el University of Colorado Health Sciences Center, y desde 2002 ha sido certificado por la Junta Americana de Cirugía Plástica. Pero más allá de sus títulos, el Dr. Moore destacó por su enfoque en procedimientos seguros, innovadores y de rápida recuperación, especialmente en cirugías mamarias. Muchos de sus pacientes lo eligieron no solo por su habilidad, sino por su trato humano, compasivo y personalizado.
Quienes lo conocían sabían que su mayor pasión no era la cirugía, sino la dignidad del paciente. Su compromiso con el bienestar de quienes confiaban en él trascendía el quirófano. Actualmente, continúa su labor profesional a través de la Freedom Wellness Clinic, donde ofrece atención integral en Midvale, Utah.
Cronología de una persecución
Enero 2023: El Dr. Moore es acusado junto con su equipo por emitir 1,937 tarjetas falsas y administrar solución salina en lugar de vacunas COVID-19.
Julio 2025: Comienza el juicio federal. Se le acusa de destrucción de vacunas (valoradas en $28,000 USD) y fraude.
12 de julio de 2025: La Fiscal General Pam Bondi interviene a mitad del juicio y ordena desestimar el caso con prejuicio (no puede reabrirse).
Apoyos públicos: Recibió respaldo de figuras como Robert F. Kennedy Jr., Marjorie Taylor Greene y el senador Mike Lee, quienes lo consideraron un héroe por defender la libertad médica.
¿Qué es el consentimiento informado?
El consentimiento informado es un principio ético y legal que garantiza que toda persona tenga derecho a decidir libremente sobre su cuerpo y su salud tras recibir información clara, veraz y completa.
En Estados Unidos:
Protegido por la Constitución y jurisprudencia (casos como Cruzan vs. Director, Missouri Dept. of Health).
Requiere que el paciente entienda:
Diagnóstico
Riesgos y beneficios del tratamiento
Alternativas disponibles
En México:
Está contemplado en la Ley General de Salud (Art. 77 bis 37).
Refuerza el derecho a decidir voluntariamente tratamientos, cirugías y vacunas.
Debe estar documentado por escrito en procedimientos invasivos o experimentales.
Gracias, Dr. Moore

Este caso no solo fue una victoria legal. Fue una victoria moral, simbólica, espiritual. Una victoria para todos los médicos que aún creen que la medicina debe estar al servicio de la verdad, del respeto al cuerpo, de la soberanía personal y del consentimiento informado.
Los médicos de conciencia enfrentamos, a veces en silencio, la angustia de estar entre la espada y la pared. Por un lado, la política sanitaria, los protocolos impuestos, las amenazas legales. Por otro, el paciente que te mira a los ojos, esperando que le digas la verdad. En ese momento, no hay autoridad más alta que la voz interna del juramento hipocrático, la vocación que eligió sanar y no obedecer ciegamente, y la dignidad que nos hace recordar que también somos humanos, no instrumentos del poder.
El Dr. Moore no se enriqueció. No hizo daño. No mintió. Solo respetó la decisión de los padres que no querían convertir a sus hijos en sujetos de un experimento forzado. Y lo hizo sabiendo las consecuencias.Eso no es rebeldía. Eso no es negligencia. Eso es medicina con conciencia.
Si el Dr. Moore o alguien de su equipo llega a leer esto, reciba mi más profundo respeto, admiración y gratitud. Gracias por recordarnos que ser médico no es obedecer sin pensar, sino cuidar incluso cuando cuidar es riesgoso.
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Dra. Lupita Haro
"Hagamos la Transición a una Vida más Saludable ¡JUNTOS!"